El Municipio porteño ha escogido a tres especies que son representativas de esta ciudad, lo son el mono machin,el papagayo de
Guayaquil y la iguana verde, por ser endémicas de la ciudad y a través
de los monumentos incentivar su conservación, ya que las dos primeras
están en peligro de extinción.
El historiador y director de la Biblioteca municipal, Melvin Hoyos evoca el siglo 1700 cuando Guayaquil era una pequeña aldea y estos tres
animales habitaban entre sus moradores. En las casas del centro, dice,
la gente acostumbraba a tener un papagayo como mascota, los monos
saltaban de árbol en árbol y las iguanas recorrían las calles de tierra y
se escondían entre los matorrales.
Debido al crecimiento urbano se desplazaron hacia el oeste y el sur de
la urbe y su hábitat quedó deshecho de tal forma que se empezó a reducir
su población, a excepción de las iguanas que tienen mayor reproducción
en comparación a las otras dos especies. Pues al año ponen
aproximadamente 30 huevos, explica la bióloga y docente de la Escuela de
Ciencias Ambientales de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo
(UEES), Nancy Hilgert.
Sin embargo, estas también se vieron amenazadas entre los años 1950 y
1960 debido a que los campesinos las cazaban para su consumo y también
la ofertaban a algunos restaurantes de comida china, señala.
Actualmente la población de las iguanas se encuentra controlada porque
la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de
Fauna y Flora silvestre, prohibió su venta a otros países.
En el caso del mono machín y del papagayo de Guayaquil la situación es
más crítica por su escasa reproducción. Al año tienen unas dos crías y
de los pichones solo sobrevive uno ya que entre ellos compiten por la
poca alimentación (frutos y nueces de árboles nativos), recalca el
director de la fundación Pro Bosque, Eric Horstman.
A esto se suma la deforestación y el tráfico de especies. Pese a que no
existen estadísticas exactas de cuántos habitan en el país, los
ambientalistas estiman que de los primates hay unos 60 y de las aves
entre 30 y 40, ubicándolas en estado crítico de peligro. Conforme un
inventario que se hizo el año pasado, según Horstman, hay unas 10 o 15
en la cordillera Colón-Colonche, iniciando en cerro Blanco, con clima
seco.
0 comentarios:
Speak up your mind
Tell us what you're thinking... !